EL USO DE LAS NTICS PARA LA PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LOS JOVENES
Las nuevas tecnologías de la información y comunicación (NTICs) han transformado la vida cotidiana, las relaciones interpersonales incluyendo la dimensión de su vida política. Manuel Castells indicó en “La revolución de la tecnología de la información” que lo que caracterizaba a la sociedad del conocimiento y de la información es la centralidad del conocimiento y su peso sobre los desarrollos económico, social y político. Aquí nos detendremos en lo político, en la participación en política de los jóvenes en particular. Se podría decir que el vivir en un mundo facilitado por las comunicaciones tecnológicas se trata de una ventaja de los jóvenes del siglo XXI para poder participar estén donde estén. ¿Y dónde pasan más su tiempo libre los jóvenes posmodernos si no es en Internet? Pues adentrémonos en este mundo para entender la cultura joven de la tecnología, pues como bien aclara Morduchowicz[1] “la distinción entre medios nuevos y medios tradicionales no tiene ningún sentido, son los adultos quienes perciben las rupturas tecnológicas, los nuevos aprendizajes que deben emprender y los nuevos usos sociales a de los medios que deben ejercer”.
Las redes sociales (léase MySpace, Facebook, Hi5, Sonico, entre otras) permiten un grado de socialización y de vinculación por intereses e ideologías que facilita o motiva a los jóvenes en unirse en grupos. Espacios virtuales de interacción entre usuarios que en sus perfiles incluyen redes de amigos, grupos, fotos, videos, música, blogs, y mensajes internos, todos medios de comunicación integrados a la cotidianeidad de los jóvenes.
El uso de las nuevas tecnologías como herramienta e Internet como un nuevo espacio para el accionar político tiene tantas definiciones como miradas. Se habla de Ciberactivismo, Política Digital, Ciudadanía 2.0 como si fuera todo el mismo concepto, sin marcar diferencias. Sin embargo, existen teóricos como Pedro Prieto, Manuel Castells, Tintó y Vázquez que delimitan el significado de cada uno de estas líneas del mismo camino. Ellos ya han hablado de lo innovador de las NTICs en la cosmovisión política, por lo que quisiera detenerme más en la influencia en el comportamiento de los jóvenes en particular. Antes de ello, hagamos un repaso de las ideas principales.
Una definición simple de Ciberactivismo “es actuar políticamente en Internet”, aunque no alcanza para explicar el fenómeno que se viene dando de participación de los jóvenes, más vinculado a la aparición de la web 2.0, con las redes sociales y las plataformas de participación ciudadana. El ciberactivismo es un nuevo paradigma comunicacional, quizás visto más como el resultado de la resistencia y el atrincheramiento de actores que buscan una transformación en la sociedad a partir de utilizar las herramientas dispuestas en la red como megáfono o vidriera. Es un verbo que le es propio al joven visto como actor protagónico de los procesos de cambio y de construcción de una identidad como tal. Una modalidad de ciberactivismo reconocida es el uso SMS (Short Message Service) el sistema de mensajes de texto de teléfonos celulares que tiene una repercusión más amplia que Internet, dado que el número de usuarios de las redes sociales en Internet es ampliamente inferior a las de los celulares. Facilita la convocatoria a marchas y a manifestaciones, así como noticias candentes en momentos de crisis donde la capacidad de reacción ante los acontecimientos es inmediata sin tener que esperar a estar frente a una computadora.
La Política Digital, con una definición más amplia, utiliza todas las herramientas disponibles, en la web, desde subir videos en Youtube, tener un perfil en Facebook, fotos en Picasa o Flickr hasta su dejar su rastro diario en un micro-blogging como Twitter o simplemente blogging donde sus autores escribe y publica periódicamente sobre su propia vida o pensamiento. Deteniéndonos en esto último, Blogspot o Wordpress, la bitácora en línea da lugar a la transmisión de mensajes, discursos, noticias, opiniones e interacciones entre los jóvenes políticos, activistas y lideres sociales que su repercusión dependerá tanto de su capacidad de liderazgo y comunicación como la de habilidad tecnológica para posicionar en los buscadores su blog y que no sólo amigos y conocidos lean su propuesta. Poco a poco la blogosfera se va llenando de políticos, incluso se han creado redes de blogs de un mismo partido político. En este hacer política, sea para una campaña electoral o para dialogo entre políticos y representantes con los ciudadanos y representados.
La “Ciberparticipación” o “Ciudadanía 2.0” hace referencia a la participación ciudadana y la democratización de la información como una de las características intrínsecas de la Web 2.0. El beneficio es que los ciudadanos se sientan cercanos a quienes los representan, que la administración pública es accesible. Los gobiernos todavía se mantienen reticentes a usar este tipo de herramientas, más allá de su convencimiento sobre la importancia de la participación ciudadana para la democracia, temen que sea vinculante y solo una vidriera de quejas que ensucien la imagen de su gestión. Estos temores, no del todo infundados son comprensibles cuando es visto como la cautela ante un arma de doble filo. El grado de influencia que tiene lo virtual en lo real es muy borroso, se podría decir tan difuso como el grado de participación de los ciudadanos en la toma de decisiones en la democracia representantiva. Sería más que idealista, ingenuo de nuestra parte pensar que porque los políticos o los gobernantes abren esta ventana de diálogo realmente escuchan o tienen en cuenta lo que los ciudadanos expresan. Sin embargo, se puede afirmar que es más eficiente, transparente y colabora ampliamente a que se mejore la comunicación oficial. Entonces el uso de las NTICs en la formación de opinión y voluntad política más allá de las distancias geográficas, sesionar sin importar horarios, todavía permanecen siendo informales.
¿Es un atractivo para fomentar la participación política de los jóvenes?
“La fácil victoria de lo visual (sin pensar) sobre el pensar (sin ver) es un golpe devastador para el homo sapiens”[2], afirma Satori, la pérdida del poder de abstracción de los jóvenes es parte de la pérdida de interés en la política filosófica, ahora la política para los jóvenes es todo alrededor de causas concretas, de proyectos puntuales, no de temas filosóficos ni ideológicos, por eso es más visitado y más popular un video en YouTube que un foro de debate en una plataforma participativa.
Participar es parte del proceso de establecer una cultura democrática. Aunque vale la pena preguntarse qué es participar, pues permanecer activos en la red con fines políticos, de opinión o de participación, los jóvenes bajo el atractivo de lo visual, con el sólo hecho de intercambiar links de videos en YouTube podría considerarse que están haciendo un acto político, están manifestándose a favor o en contra de un discurso o al menos lo están difundiendo.
Se corre el peligro de enfrentarnos ante un enajenamiento de la política para los jóvenes si la política no se encuentra en Internet.
Si la TV formaba a la opinión pública, ahora está ganando terreno YouTube, partiendo de la premisa de que el capital político de un joven va a estar formado por sus fuentes de información. La diferencia que uno puede replicar un video con otro y es de fácil acceso para cualquier ciudadano. Hasta se democratiza, pues si los canales de aire están controlados por concesiones del Estado, los canales de cable serán cada vez vistos por menos usuarios en relación a YouTube. Al mismo tiempo puede desvirtuarse mucho más, por lo que no todo es positivo, y puede ser fuente de desinformación, con mucho más amplia la brecha de error, dado que el control de contenido es muy superficial y depende de los usuarios a que lo reporten.
El participar del joven debe expresar, decir algo, y tiene que haber alguien del otro lado que evalúe lo dicho, y sobretodo creer realmente que lo están escuchando y vale la pena el esfuerzo el intentarlo. Aquí nos encontramos con el escepticismo de los jóvenes, otro elemento característico de este paquete de indiferencia política que estamos describiendo. Así van perdiendo la cultura democrática, porque si no se analizan las propuestas, ideas de los políticos que van a votar, sino se quejan ni demandan nada en particular, difícilmente estaremos creciendo en las instituciones democráticas. En la era de la información debemos evaluar lo que nos informan y nos reportan los funcionarios públicos, cuando lo hacen, por ello existen organizaciones de la sociedad civil que solicitan que se encuentre accesible la información pública de la gestión de los Gobiernos.
¿Realmente democratiza o federaliza el uso de Internet en la política?
En el caso de Argentina, la brecha digital entre el interior del país y de los grandes centros urbanos, en cuanto a la conectividad es todavía grande. Sin embargo son accesibles a través de locutorios y cibercafes. “Aproximadamente el 30% de los jóvenes tiene computadora en su casa, pero más del 80% la utiliza regularmente. El acceso es menos desigual que la posesión del equipamiento tecnológico”.[3] Y si nos ponemos en optimistas y enfrentamos este 80 % con el 40% de exclusión, no es la brecha digital un impedimento para la participación. En pos de la reducción de esta brecha que reconociéndola sigue abierta, los jóvenes de bajos recursos tienen más celulares que computadoras, por lo que su manera de participar es a través de mensajes de texto, desde el cual pueden subir contenido multimedia a su Blog o a su perfil en Facebook, por lo que un joven siempre y cuando tenga un celular puede convertirse en ciberactivista, ya dejando de lado a la computadora. Aún tienen precios altos y de acceso para unos pocos, pero en breve los celulares con Wi Fi darán ese golpe democratizador, y dejará atrás la discusión de la brecha digital de la cual tanto se ha hablado en la última década.
El alcance geográfico y el factor integrador de las redes sociales llega hasta el punto de tener al idioma como único limitante. Durante el 2007 casi no había argentinos que usaran Facebook, estaba en ingles y apenas en febrero de 2008 se lanzara la versión en español creció exponencialmente el numero de usuarios. En el mes de enero escribí un artículo diciendo de que un joven líder se caracterizaba por tener 500 contactos aproximadamente, hoy seis meses después deberíamos actualizar el dato diciendo que el número promedio está cercano a los mil.
Generar políticas de juventud promoviendo el uso de las NTICs es indirectamente promover la participación ciudadana. Fomentar el uso de estas herramientas es incompleto si no se brindan espacios reales de participación y se abren ventanillas de propuestas ciudadanas.
Diseñar las políticas públicas de formación política de los jóvenes, teniendo en cuenta la inclusión digital favorecerá a combatir la apatía de los jóvenes en la política, al principio complementando tímidamente la tan mentada brecha digital y luego para ir fortaleciendo la democracia participativa.
[1] Morduchowicz, Rozana “La Generación Multimedia: Significados, consumos y prácticas culturales de los jóvenes. Paidos, Buenos Aires 2008, pp27
[2] Satori, Giovanni “Videopolítica: Medios, información y democracia de sondeo” Instituto Tecnológico y De Estudios de Monterrey, Fondo de Cultura Económica de España. 20003, pp20
[3] Morduchowicz, Rozana “La Generación Multimedia: Significados, consumos y prácticas culturales de los jóvenes. Paidos, Buenos Aires 2008. pp35
Comentarios