La relación partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil, un paso más hacia el fortalecimiento de la democracia

La sociedad democrática en América Latina se ve afectada por una crisis de legitimidad y de representatividad en los gobiernos al mismo tiempo que se transparenta un proceso de debilitamiento en los partidos políticos (PP). El surgimiento de actores de la sociedad civil (OSC), facilitó el establecimiento de canales alternativos de participación influyendo positivamente en el fortalecimiento de las instituciones democráticas, aunque no exentos de dificultades y obstáculos a suplir. Para ello, la apertura al diálogo mediante el intercambio de experiencias e información entre los distintos actores es necesaria a fin de aumentar la conciencia política y social, en el fortalecimiento de la democracia.Ante la decepción de la sociedad civil del desempeño de los partidos políticos y el escepticismo existente de estos hacia las OSCs como la legitimidad y la representatividad de sus demandas, y considerando la importancia de los roles de cada uno de los actores en el desarrollo nacional y regional, se percibe la necesidad imperante de mejorar el diálogo entre la sociedad civil y los partidos políticos. La sinergia intersectorial es una tendencia internacional de los últimos años y que ha demostrado dar lugar a casos de éxitos en la optimización de recursos y aumento del impacto de las acciones que persiguen el bien común. La persecución de un proyecto compartido y consensuado, como ser la defensa de los derechos humanos es un potencial a explorar en América Latina. Se reconoce la importancia de fortalecer el sistema de representatividad a través de los partidos políticos sin desconocer la creciente importancia que han ido adquiriendo las OSC a fin de apuntalar los espacios de participación democráticas. Entre los problemas que se han detectado de la falta de diálogo entre los PP y las OSC se encuentran los siguientes puntos: I.Por lo general, existe un alto grado de desconfianza entre los partidos políticos y organizaciones de la sociedad civil. Esto impide a ambas partes apreciar bjetivamente el nivel de poder e influencia de cada uno y las ventajas de trabajar en forma conjunta. Entonces, en vez de plantarse en una posición de suma cero, se adopte una estrategia “win-win”. Sus causas se remontan a la visión negativa y/o prejuiciosa de los demás actores por desconocimiento y a una posición histórica de enfrentamientos en el cumplimiento de sus respectivos roles.

II.Al mismo tiempo que, se reconoce fallas en la comunicación interna de los actores yexterna entre los actores Existiendo una disgregación interna en los partidos y la inexistencia de canales de comunicación entre ellos y las organizaciones de la sociedad civil, se enfrenta a un problema de inexistencia de comunicación. Para remediar estas deficiencias hay que buscar revertir sus causas que son la convicción que sólo la separación entre ellos los hará legítimos, autónomos e independientes para mantener sus respectivas posiciones de transparencia frente a la sociedad; y la desarticulación de los actores o falta de comunicación de los partidos políticos entre sí y dentro de sí. O por la desconfianza de los referentes sociales por ser cooptados por los partidos políticos.

III.Como ya se ha manifestado con anterioridad, la falta de credibilidad en los partidos políticos y partidización de las OSC, puede dar lugar a confusión de los roles de los actores. Considerado en un primer tiempo una alternativa de participación para los ciudadanos positiva para la democracia, acompañada de la crisis de los partidos y su falta de legitimidad, la opinión pública y a veces las mismas OSC confunden su rol decayendo en una alteración errónea de los canales institucionales de participación. También las OSC corren el riesgo de ser instrumentalizadas por parte de los partidos políticos y del gobierno. La fragmentación de los PP y falta de democratización interna, acompañada de sobrexigencia de la sociedad a las OSC con demandas que no están obligadas a cumplir por su naturaleza de voluntariedad, son parte del mismo problema. Tampoco ayuda la débil sustantibilidad y dependencia en el financiamiento por parte de las OSC de subsidios del gobierno o de grupos de interés. Podemos afirmar entonces que es contribuir al fortalecimiento de la democracia el fomentar procesos asociativos entre los PP y las OSC mediante el diálogo y desarrollo de una agenda en común. Para ello es necesario fomentar interrelación entre ambos actores, promover la institucionalización y la utilización de los canales orgánicos de vinculación con las OSC y espacios interpartidarios para garantizar la reforma política.

Publicado en el newsletter de www.foro.org.ar Septiembre 2008

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